¿Qué es y para qué sirve el compostaje?
En la actualidad mucha gente se pregunta qué es y para qué sirve el compostaje, tanto a nivel doméstico como industrial. La explicación debe comenzar por un contexto.
Actualmente, la acumulación de residuos sólidos orgánicos representa un grave problema para el medioambiente y la salud de las personas. Entre ellos, destaca la emisión de gases potencialmente dañinos y la contaminación de suelos y aguas. En este contexto, el compostaje puede servir como una buena herramienta.
La elaboración de compost es una opción de reciclaje atractiva y de bajo riesgo ambiental. La idea es reutilizar componentes residuales que de otra forma se convertirían en contaminantes.
El compostaje es un proceso biológico que involucra a diferentes tipos de microorganismos como bacterias y hongos. Estos elementos participan en la descomposición de materiales orgánicos generando un producto final. Este producto es estable y fácil de transportar para su aplicación como biofertilizantes en suelos y cultivos. Para ello, se utiliza un sustrato orgánico o materia prima que puede ser cualquier residuo orgánico biodegradable.
En las últimas décadas se ha pasado a la implantación del proceso a gran escala. La mayoría de países industrializados disponen de plantas de compostaje de residuos orgánicos de diversos orígenes: residuos sólidos urbanos, fangos de depuradoras biológicas, estiércoles, residuos de la industria alimentaria, y mezclas de todos los anteriores.
Prácticamente, todos los residuos orgánicos se pueden compostar si se dan una serie de condiciones de composición, humedad y porosidad. Esto hace que el compostaje sea considerado una práctica simple y sin complicaciones tecnológicas.
Sin embargo, esta aparente simplicidad esconde un proceso en el que intervienen muchos factores que deben ser cuidados al máximo por profesionales. La temperatura, el oxígeno, la humedad, el pH, el tamaño de las partículas y la relación entre carbono y nitrógeno son algunos de ellos. Todo ello determina las características físicas y químicas del compost obtenido.
En ProCycla asesoramos a nuestros clientes en la implementación de técnicas de compostaje tanto a pequeña escala como a nivel industrial o municipal.
Una solución con múltiples beneficios
Actualmente, el sector agropecuario representa un gran mercado potencial para el compost orgánico. Esto se debe a que su aplicación contribuye a la nutrición, la estimulación del crecimiento vegetal y la biorremediación de los suelos.
- La aplicación de productos como el compost genera beneficios directos e indirectos en la producción agropecuaria. Esto se debe al efecto positivo del mismo sobre las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo.
- El compostaje es una alternativa de gestión agrícola de los purines, uno de los mayores problemas en las granjas españolas. Esta práctica reduce su peso, volumen y microorganismos patógenos, permitiendo además exportar de forma segura los nutrientes contenidos en los mismos. Al mismo tiempo, permite minimizar los riesgos ambientales propios del almacenaje y aplicación directa del purín al suelo.
- Su uso en forma de extracto líquido en cultivos agrícolas favorece una activación microbiana. Esto ayuda a la movilización de los nutrientes del suelo y a la defensa activa contra determinadas plagas, en especial las de origen fúngico.
- El compost se utiliza también en la elaboración de sustratos para cultivos de hortalizas en sustitución de materiales no renovables. Un ejemplo de esto es el caso de la turba, cuya extracción es muy dañina para ecosistemas muy débiles.