Una solución para generar energía renovable a partir de residuos orgánicos
El biogás es una fuente de energía renovable y versátil que ha provocado un interés creciente por su contribución a la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y al abastecimiento energético sostenible.
Actualmente, existe una preocupación por el cambio climático, la calidad del aire y la dependencia de muchos países de la importación de energía. En este contexto, la instalación de plantas de biogás se presenta como una alternativa para reemplazar a combustibles fósiles en la generación de calor, la refrigeración y la electricidad.
En España la producción y el uso del biogás se encuentran en una progresión al alza. Cataluña se sitúa como la región pionera en la valorización del biogás como fuente de energía alternativa. Según diversos estudios de empresas gasísticas, el potencial de producción sería suficiente para cubrir hasta el 40% de la demanda de los hogares del país.

¿Cómo se produce el biogás?
Químicamente, el biogás es una mezcla de metano, dióxido de carbono (CO2) y otros compuestos. Es generado a partir de la fermentación controlada o degradación microbiana de residuos orgánicos de origen vegetal o animal en ausencia de oxígeno. Se logra mediante un proceso de descomposición denominado digestión anaeróbica (DA).
Las materias primas utilizadas en una planta de biogás, denominadas sustratos orgánicos, pueden ser alimentos sólidos, restos de cosechas, estiércol o purines de ganado y otros residuos orgánicos húmedos. El proceso se desarrolla de la siguiente manera:
- Estos residuos se mezclan y se colocan en un biodigestor o reactor (contenedor o depósito cerrrado en el que se descompone la materia orgánica), donde unos sistemas de bombeo facilitan el movimiento de los fluidos.
- La materia orgánica se remueve y se calienta a altas temperaturas para permitir el proceso de formación de biogás. Permanecevarias semanas en el interior del mismo antes de transformarse en un producto orgánico más estable (digestato) y biogás. Esto se logra gracias a la acción de distintos grupos de bacterias.
- Ambos son evacuados por separado a través de diferentes conductos de salida.
- El gasómetro es la estructura que puede almacenar el biogás generado hasta que se utilice.
El metano resultante de la digestión anaerobia se puede utilizar como energía térmica para distintos usos. Por ejemplo la calefacción o la generación de electricidad. También puedes ser utilizado como biocombustible para vehículos y también como insumo en procesos industriales.
Por otro lado, el líquido obtenido de la degradación puede ser un abono orgánico para mejorar suelos degradados o para potenciar el crecimiento de cultivos.
Beneficios de la instalación de una planta de biogás
Una planta de biogás o digestor anaerobio se puede instalar en lugares como granjas, explotaciones agrícolas y ganaderas. También se puede ubicar en estaciones de depuración de aguas residuales (EDAR), plantas de tratamiento de residuos urbanos o instalaciones industriales.
En ProCycla contamos con amplia experiencia en la instalación de biodigestores o reactores de biogás en España y en Chile. La capacidad técnica de nuestro equipo de ingeniería nos permite ofrecer e implantar cualquier tipo de digestor anaerobio. Disponemos de un diseño propio y patentado.
De este modo, ayudamos a nuestros clientes en el tratamiento y revalorización de sus residuos orgánicos en todas las etapas. Empezando por el estudio de viabilidad y todos los trámites legales hasta la puesta en marcha y el mantenimiento de la instalación de biogás para el cliente.
Entre las ventajas de instalar una planta de biogás podemos destacar:
- Al ser una energía renovable, beneficia al medioambiente, ya que reduce la contaminación y ayuda a prescindir del consumo de combustibles fósiles gracias a la generación de energía térmica y eléctrica para el autoconsumo.
- Supone un ahorro de costes en transporte, almacenamiento y tratamiento de residuos orgánicos para las empresas, ya que es una solución efectiva para gestionarlos en infraestructuras o instalaciones ya existentes de diversos tamaños y se puede crear riqueza a partir de los mismos.
- Permite obtener subproductos de alta calidad (digestato) que resultan excelentes como biofertilizantes para cultivos agrícolas, libres de olores y de sustancias contaminantes. Este abono orgánico tiene un alto contenido de nutrientes que mejoran la germinación de las semillas, fortalecen las raíces y el crecimiento de las plantas.
- Mediante el proceso denominado Upgrading (o purificación del biogás), al eliminar el dióxido de carbono (CO2) es posible generar biometano, un gas que tiene la misma composición que el gas natural pero cuenta con un potencial energético superior. Este biometano se puede inyectar en una red doméstica o poner en venta como combustible si se produce en grandes cantidades.
- El metanol que se puede extraer del biogás también es una materia prima para la producción de biodiésel. Representa menos riesgos ambientales cuando es utilizado como combustible para vehículos, ya que emite menos óxido de nitrógeno, monóxido de carbono e hidrocarburos que la gasolina o el diésel convencional.
¿Qué tipo de residuos se pueden utilizar para la producción de biogás?
Entre los residuos que han demostrado un buen rendimiento en la generación de biogás se incluyen:
- Residuos agrícolas: trigo, remolacha azucarera y forrajera, maíz, pasto, girasol y granos de centeno.
- Residuos ganaderos (purines) y restos de mataderos
- Residuos de la industria láctea y quesera
- Restos orgánicos municipales recogidos selectivamente
- Residuos provenientes de envasadores de conservas
- Restos de la industria de transformación del pescado
- Residuos de la industria de bebidas alcohólicas (vinazas y granos después de la fermentación)